David Arbús

A veces planificar una boda se parece a trabajar en el circo. Novios haciendo malabares con el lugar, la música, los invitados… Por suerte hay cosas que pueden ser simples y al mismo tiempo bellas.

Olvidad las fotos que se limitan a seguir un guión. No sois personajes de una película. Sois personas reales viviendo momentos extraordinarios.

Os lo pondré fácil para perder la vergüenza y que se vean bien vuestras sonrisas. Podréis dejaros llevar, pasarlo bomba y olvidaros de mí. Yo me ocupo de las fotos. Confiad que lo más importante para mi es que disfrutéis de lo que realmente es importante: vuestro día.

Hablaremos de lo que vosotros queréis. La fidelidad empieza por uno mismo y cada pareja es un mundo. Por eso tendré en cuenta lo que es más importante para vosotros.

Ambos merecéis sentiros valorados. Con corbata, tirantes o pajarita, vestido rojo, velo o zapatillas, la boda es cosa de dos.

De algo podéis estar seguros, siempre os trataré como me gustaría que lo hicieran conmigo.