Redescubriendo la fotografía analógica en bodas con Albert Roig y André Teixera
En la era digital donde la inmediatez es ley, la fotografía analógica se alza como un enfoque consciente, artístico y profundamente humano. En este post exploraremos por qué cada vez más fotógrafos de bodas están redescubriendo la película como una herramienta no solo técnica, sino emocional y estética.

¿Qué es la fotografía analógica y por qué vuelve?
La fotografía analógica utiliza película para capturar imágenes, a diferencia del sensor digital. Durante décadas fue la norma, pero la llegada del digital desplazó su uso masivo. Hoy, sin embargo, fotógrafos como André Teixeira o laboratorios como Carmencita Film Lab impulsan un renacer del carrete en bodas.
Las razones son varias:
- Intencionalidad: El número limitado de disparos obliga a pensar cada encuadre.
- Estética única: El color, el grano, la profundidad tonal son inimitables.
- Experiencia emocional: La espera del revelado añade valor simbólico a cada imagen.
Ventajas para fotógrafía analogica en bodas
- Diferenciación: Ofrecer film puede ayudarte a destacar en un mercado saturado.
- Marca personal: El estilo del film comunica exclusividad y atención al detalle.
- Clientes más comprometidos: Quienes eligen fotografía en película valoran el proceso artístico y están dispuestos a pagar por ello.
¿Es viable trabajar en film profesionalmente?
Sí. Carmencita Film Lab, con sede en Valencia, procesa más de 45.000 rollos al año, y un 75% de su trabajo proviene del extranjero. Su modelo demuestra que el film no es solo nostalgia: es una opción real para fotógrafos exigentes.
Fotógrafos como André combinan creatividad con eficiencia: entregan más de 1.000 fotos en film por boda, manejando cuidadosamente la luz, el estilo y la dirección del cliente.
Consideraciones técnicas y económicas
- El revelado profesional cuesta entre 13 y 14 € por rollo (más IVA), pero incluye escaneado y corrección personalizada.
- El medio formato es el preferido para bodas por su calidad visual.
- Películas como Fuji 400H o HP5 son estándares de referencia.

¿Digital o analógico?
No se trata de elegir uno u otro como enemistados. Muchos fotógrafos usan ambos formatos según la ocasión, el cliente o la historia que desean contar. Lo importante es conocer las posibilidades de cada medio y atreverse a experimentar.
Conclusión
La fotografía analógica en bodas no es una moda pasajera: es una declaración de principios. Es una invitación a reconectar con la imagen como arte, con el oficio del fotógrafo como artesano, y con la emoción como hilo conductor de cada historia.
Si aún no la has probado, tal vez es hora de poner un rollo en la cámara y dejarte sorprender por la magia de la luz grabada en película.
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